
El éxito de una campaña de e-mail marketing exterior se basa en el una serie de variables. Un buen uso de estas variables nos ayudará a mejorar nuestras campañas, a aumentar nuestros índices de apertura y respuesta.
1) Es importante tener una buena base de datos, filtrada, actualizada y completa, y si es posible, con el nombre de la persona relevante (gerente, departamento de compras, etc.). Ello dará como resultado mayores porcentajes de apertura y menores devoluciones que gestionar.
2) El subject o el asunto, es el primer reclamo, en el idioma del receptor, y es fundamental para que nuestro e-mail sea abierto y por lo tanto, pueda ser visto por los receptores. Debe ir al grano, no debe ser muy largo, e incluir palabras como “felicidades”, “oferta”, “urgente” o preguntas que generen incertidumbre, suelen ser “carne” de borrado inmediato, por creerse spam. Personalizar el asunto dará fiabilidad, siendo una buena práctica el dirigirnos al receptor por su nombre, ya que le dará confianza.
3) El contenido, debe mostrar de forma concisa y clara el beneficio o el objeto del e-mail. Repito, en el idioma del interlocutor. Debemos de estructurar y distribuir la información de una manera clara, sin mezclar información. El usuario no lee los e-mails, “los escanea”, por lo tanto el primer vistazo será esencial. La zona superior del e-mail puede ser un buen lugar para situar aquello con lo que queremos atraer su atención. El mensaje no debe ser más largo de una pantalla. Personalizar el contenido con su nombre o su género es una buena opción, aumentando su confianza en nuestra información. También, en la parte inferior, facilitaremos la posibilidad de darse de baja de nuestros contactos, con ello podremos eliminar a aquellas personas que no estén interesadas en nuestros envíos.
4) La elección del momento (fecha y hora) en el que se debe realizar un e-mailing afecta a los resultados de apertura del mismo. Tenemos que encontrar el mejor momento de entrega, el que optimice las aperturas, para ello, necesitamos que nuestro e-mail compita con los menos e-mails posibles, pero a su vez debe corresponder con los momentos que habitualmente dedicamos para ver nuestro correo electrónico. Evitaremos, por tanto, los envíos por la noche o a primera hora de la mañana, procuraremos, en la medida de lo posible, que se realicen a media mañana o a media tarde. Se deben evitar los fines de semana e intentar hacer el e-mailing de lunes a jueves lectivos, a media mañana (a las 11h. aprox.) o a media tarde (a las 17h. aprox.).
5) Feedback. Los resultados definitivos de un e-mailing internacional podremos obtenerlos en una o dos semanas con bastante fiabilidad. Aunque en los dos primeros días después del envío, podremos hacernos una idea de cómo ha funcionado nuestra campaña. Identificaremos, de las devoluciones, las que son debidas a direcciones de correo defectuosas, las bajas voluntarias que nos soliciten, altas de nuevos receptores, si se diera el caso, y con todo ello realimentaremos nuestra base de datos.
1) Es importante tener una buena base de datos, filtrada, actualizada y completa, y si es posible, con el nombre de la persona relevante (gerente, departamento de compras, etc.). Ello dará como resultado mayores porcentajes de apertura y menores devoluciones que gestionar.
2) El subject o el asunto, es el primer reclamo, en el idioma del receptor, y es fundamental para que nuestro e-mail sea abierto y por lo tanto, pueda ser visto por los receptores. Debe ir al grano, no debe ser muy largo, e incluir palabras como “felicidades”, “oferta”, “urgente” o preguntas que generen incertidumbre, suelen ser “carne” de borrado inmediato, por creerse spam. Personalizar el asunto dará fiabilidad, siendo una buena práctica el dirigirnos al receptor por su nombre, ya que le dará confianza.
3) El contenido, debe mostrar de forma concisa y clara el beneficio o el objeto del e-mail. Repito, en el idioma del interlocutor. Debemos de estructurar y distribuir la información de una manera clara, sin mezclar información. El usuario no lee los e-mails, “los escanea”, por lo tanto el primer vistazo será esencial. La zona superior del e-mail puede ser un buen lugar para situar aquello con lo que queremos atraer su atención. El mensaje no debe ser más largo de una pantalla. Personalizar el contenido con su nombre o su género es una buena opción, aumentando su confianza en nuestra información. También, en la parte inferior, facilitaremos la posibilidad de darse de baja de nuestros contactos, con ello podremos eliminar a aquellas personas que no estén interesadas en nuestros envíos.
4) La elección del momento (fecha y hora) en el que se debe realizar un e-mailing afecta a los resultados de apertura del mismo. Tenemos que encontrar el mejor momento de entrega, el que optimice las aperturas, para ello, necesitamos que nuestro e-mail compita con los menos e-mails posibles, pero a su vez debe corresponder con los momentos que habitualmente dedicamos para ver nuestro correo electrónico. Evitaremos, por tanto, los envíos por la noche o a primera hora de la mañana, procuraremos, en la medida de lo posible, que se realicen a media mañana o a media tarde. Se deben evitar los fines de semana e intentar hacer el e-mailing de lunes a jueves lectivos, a media mañana (a las 11h. aprox.) o a media tarde (a las 17h. aprox.).
5) Feedback. Los resultados definitivos de un e-mailing internacional podremos obtenerlos en una o dos semanas con bastante fiabilidad. Aunque en los dos primeros días después del envío, podremos hacernos una idea de cómo ha funcionado nuestra campaña. Identificaremos, de las devoluciones, las que son debidas a direcciones de correo defectuosas, las bajas voluntarias que nos soliciten, altas de nuevos receptores, si se diera el caso, y con todo ello realimentaremos nuestra base de datos.
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